El estrés es un estado de preocupación o tensión mental causada por una situación difícil, según elOrganización Mundial de la Salud (OMS). Esta es una respuesta natural del ser humano para lidiar con los desafíos y amenazas que enfrentamos en nuestras vidas. Todos tienen estrés en diferentes grados. Sin embargo, la forma en que reaccionamos al estrés hace una gran diferencia para nuestro bienestar general, explica quién.
Síntomas físicos y emocionales del estrés
Para el Federación de Cardiología Francesa, el estrés conduce a síntomas físicos como tensión muscular, problemas digestivos o intestinales, así como trastornos del sueño como el insomnio. Algunas personas pierden el apetito o sufren migrañas o fatiga intensa. Pero los síntomas físicos no son los únicos. También hay síntomas relacionados con las emociones, como la irritabilidad,ansiedad, melancolía, depresión, pérdida de autoestima, etc. Cuando estas reacciones son intensas y duran lo suficiente como para tener un impacto en la vida diaria de la persona en cuestión, estamos hablando de estrés agudo.
Los síntomas típicos pueden parecer que compensar las reacciones iniciales. La adicción a ciertos productos de consumo, como el alcohol o el azúcar, puede ser uno de estos "nuevos" síntomas.
Los mecanismos relacionados con el estrés causan aumento de peso
Realmente no es el estrés lo que nos engordamos, sino que los mecanismos se unen a él. Por ejemplo, la ingesta emocional de alimentos puede ser una causa de aumento de peso relacionado con el estrés. Cuando se estresan, algunas personas tienden a recurrir a la comida para consolar a sí mismas. Esto puede causar un alto consumo de calorías o azúcar. Según un estudio publicado en la edición en línea de los informes de los periódicos estadounidenses, existe un vínculo entre el consumo de dulces y estrés. El cerebro juega un papel en las preferencias de carbohidratos y grasas en presencia de estrés. Los investigadores japoneses han demostrado que cuando se activaron las neuronas que reaccionan al estrés en ratones, se multiplicó su deseo de carbohidratos.
Además, el estrés conduce al insomnio. El sueño insuficiente o de mala calidad puede afectar el metabolismo y promover el aumento de peso. Finalmente, el estrés crónico puede interrumpir el equilibrio hormonal en el cuerpo, en particular al aumentar los niveles de cortisol (conocido como hormona del estrés). Los altos niveles de cortisol pueden conducir a un aumento en el apetito y la acumulación de grasa, en particular alrededor del abdomen, según un estudio publicado en 2021.
¿Qué hacer contra el estrés?
La Dra. Claire Lewandowski dice que es posible reducir el estrés. Recomienda una dieta equilibrada evitando, por ejemplo, estimular bebidas (café, alcohol, refrescos ...). En cambio, es preferible favorecer los alimentos ricos en proteínas, frutas y verduras, así como productos de granos completos. También recomienda dormir al menos ocho horas por noche en un lugar apropiado, es decir, una habitación oscura y tranquila, con una temperatura entre 18 y 20 ° C. Finalmente, ella insiste en la importancia de la actividad física regular. Según ella, ayuda a reducir las hormonas del estrés. Puede ser una caminata rápida, una carrera o un paseo en bicicleta.